Encontrar mexicanos en Europa...

Cuando llegué a este país sentí que había dejado el planeta Tierra y llegado a un mundo nuevo donde me encontraba sola, super alejada de México y de  mi vida allá. Solo había conocido aquí a dos mexicanas: Una que vive en otra ciudad, y otra que venía en calidad de turista que terminó dejándome plantada cuando quedamos de vernos en una ciudad que quedaba en el punto medio entre su lugar de estancia y mi nueva casa. Así que, extrañaba México y me sentía como un pez que sacaron del mar y metieron a una pecera, porque además, este país te obliga a quedarte en casa la mayor parte del tiempo, por su clima extremadamente frío, porque todo lo cierran a las 6 PM (o casi todo) y porque su gente prefiere estar en sus casas después de esa hora...  y en silencio además, para no perturbar al vecino, porque de lo contrario te echan a la patrulla... las calles están vacías a esa hora... hora en que en México hay más tráfico y en que al cabo de un par de horas se siente el alboroto y la alegría por el fin de la jornada laboral; entonces la gente se va a los cafés, a los bares, pone música en su casa... y está feliz de que llegó la hora del ¨descanso¨ (y no me digan que ya no lo hacen, que porque la violencia y no sé que más, porque después del chock inicial, todos nos acostumbramos y salimos a hacer nuestra vida normal, incluyendo bares y antros).

Lo primero que haces obviamente, es buscar en Facebook mexicanos en tu nuevo país, añades a cuanto mexicano te encuentras, grupos y asociaciones mexicanas y latinas, etc. Durante casi 9 meses de vivir aquí, apenas encontré 3 mexicanos que viven por mi zona, y asistí a una fiesta de Independencia en Amsterdam, mi pimera fiesta mexicana.

Los mexicanos en Europa... en cada país, tengo entendido, son diferentes... no lo sé, no me consta, he escuchado. En Holanda me he topado con los mexicanos adecuados, a excepción de la chica que me dejó plantada, he tenido buenas experiencias y conocido personas que a pesar de estar adaptadas aman y extrañan México, y se sienten orgullosos de sus raíces. Solo una persona comentó lo contrario, muy decepcionada de su país de procedencia, lo cual me partió el corazón porque escuché sus comentarios cuando me encontraba en plena fase de choque cultural y muerta de ganas de hablar con mi gente y de que alguien que entendiera mi sentir... me sentí un poco mal (bastante) de escuchar que alguien de mi propio país también se expresara igual que los mismo holandeses sobre nosotros... entonces me sentí realmente sola.

A casi nueve meses he asistido a dos reuniones de mexicanos, unos de ellos muy abiertos (¡Gracias a Dios!) y algunos otros con mucha desconfianza... cuando llegué a un evento, lo primero que pensé fue en ir y hablarle a las personas con cualquier pretexto y hacer amistades. Al ser primeriza en esto, inconscientemente pensaba que todos irían como yo, que entré con esa emoción de que al abrir la puerta del lugar encontraría un pequeño pedazo de mi tierra, un pequeño trozo de tierra mexicana.

Y si, al abrir la puerta pensé ¨¡Casa!" gente morena, música latina, calidez mexicana, ¡¡¡comida mexicana!!! Le hablé a la primera persona, una persona muy linda, se percibe mucha paz en ella, pero no están tan abiertos como para con gusto pedirte tu número de cel o tu FB. Puede percibir que no confían de inmediato, como que tratan de percibir si eres de buen espíritu o no... y después de platicar con algunos de ellos, descubrí por qué: Se han llevado muy malas experiencias con mexicanos en Europa. Este es el tema que ocupa esta entrada.

He escuchado todo tipo de comentarios de parte de mexicanos en Europa: ¨Yo siempre supe que yo no pertenecía a México ni nací para quedarme allí" ... ¨los mejores doctores del mundo están aquí en Europa, la gente más hermosa e inteligente también¨, ¨yo estoy aquí porque quiero ser como los holandeses¨, estos comentarios fueron como bofetadas para mi, sobre todo porque en el momento de dejar México, era promotora cultural voluntaria y me encontraba en el punto máximo de mi orgullo nacional (si, a pesar de la situación que atraviesa México), lo anterior debido a que estaba muy cerca de las virtudes mexicanas: amaba cada día más el son jarocho, el fandango veracruzano, los vestidos regionales, las particularidades y cualidades de las comunidades indígenas, el activismo ciudadano mexicano, la pasión juvenil por el cambio... así que me dolía darme cuenta de que esos mexicanos en Europa no tuvieron, en su momento, las misma oportunidades que yo para conocer y reflexionar nuestra cultura, idiosincracia e identidad.

Pero como se trata de ver ambas caras de la moneda, a continuación expondré algunos comentarios de mexicanos, sobre su experiencia con otros compatriotas en Europa:

¨Conocí a un mexicano y corrí a presentarme, contenta de al fin conocer a un mexicano en Francia después de 3 años de haber llegado.... el mexicano me dijo ¨disculpa, pero no me interesa tener relación con otros mexicanos, másque coraje fue decepción lo que sentí...¨ 

¨Hay de todo en los mexicanos que andamos vagueando por el mundo... mamones, chidos, fresas, matados, ninis, genios, bohemios, cheleros...¨



Aqui hay de todo: 1. Los que no quieren saber de su país y su lengua (seguramente allá estaban muy jodidos), 2. Los mamilas que se creen mucho y 3. Los buena onda

Este último comentario que me dejó pensando, por el alto grado de acierto que podría tener. Lo anterior no me consta pues apenas llevo 9 meses aquí, pero por lo poco que he conocido y por las historias que me han contado (¡muuuchas!), este comentario se acerca a lo que percibo.
Algunos han tenido muy malas experiencias que los han llevado, sin darse cuenta, a caer en el mismo error y reaccionar defensivos cuando se encuentran con otros. He elegido el siguiente comentario por el impacto que me dejó en mi y por todas las connotaciones de su mensaje, que revela experiencias muy amargas:



¨Desgraciada y culturalmente, por acá los mexicanos cambian mucho, cuando un mexicano ve a otro mexicano le sale la onda de la competitividad, de ver quien es mas chingón... yo cuando llegue a Berlín todo era bien me sonreía con otros mexicanos hasta que me di cuenta que me hacían getas, que me denigraban ¿Por no ser de el mismo nivel social, no? ¿y sabes como me volví? Igual, ya me da miedo tener contacto con otros mexicanos porque no se que me van a decir. Cuando me dicen ¨¿De dónde eres?¨ Les digo ¨Mexicana¨ y les digo ¨¿Y tu no?¨ ¨Pues igual¨ ¿sabes que hago? ¨Ah chido, adiós¨ y me doy la vuelta por que me da miedo de que me diga cosas hirientes. En Berlín es típico que los mexicanos que te ecnuentras te hagan las preguntas estupidas de siempre: ¿Y cuántos años tienes aquí? y ¿Por qué estas aquí? y ¿Te casaste o estás estudiando?, Ahhhh ¨Oye y HABLAS ALEMÁN BIEEEEN?? eso es siempre siempre siemmmmpreee. Un día a un chavo latino le dije ¨¿Hablas español?¨ Yo bien alegre, y me dijo ¨Si pero ya no lo voy hablar jamás así que no me hables en español...¨


También he visto grupos de activismo de mexicanos que trabajan desde Europa para lograr un cambio en México, con fuego y convicciones auténticas; también mexicanos emprendedoresque se aventuran en aperturar negocios y formar redes de trabajo.

El estar en un país en el que no naciste -como en mi caso Europa- te hacer reflexionar mucho, porque te encuentras con todo tipo de comentarios acerca de México, en el mismo instante en que te presentan a una persona extranjera lo primero que te mencionan es la violencia, los cárteles, etc., algunas veces con tono insinuante (algunas personas piensan en ¨mujer mexicana¨ como alguien que viene a aprovecharse de algún europeo); lo triste es cuando alguien de tu propio país te ignora o menosprecia estando ambos tan lejos de casa y necesitando alguien con quien tengamos cosas en común. No me ha pasado, he tenido suerte... Lo que sí meha pasado es que un par de mexicanas me pregunten, cuando les presento a mi novio, si nos amamos y estamos enamorados... creo que han conocido tantas historias, que quieren distinguir de manera inmediata si eres una mexicana oportunista...He conocido latinas de diferentes nacionalidades, un par de ellas me aconsejaron ¨cásate, ten hijos, te conviene¨... imagino que aquella chica se topó con alguna que otra igual que ellas y ahora intenta escanear desde el pimer momento... pero no todos los dedos de la mano son iguales, y ese intento de escaner resulto poco amistoso.

¡¿Que nos pasa?! ¿¡Por qué no nos queremos ni entre nosotros mismos?! Ya bastante tenemos con la negatividad y el escepticismo del resto del mundo acerca de quienes nacimos en México. ¡No seamos tan tontos! Nos tenemos solo a nosotros individual y colectivamente para valorarnos, así que ¡Yaaaaa! A defender el derecho de ser morenos y bajitos porque  por Dios, ¡no tiene nada de malo! 

Alguna mexicana destacada en Europa comentaba que cada que conoce a mexicanos que van llegando a tierras europeas, le preguntan por qué hay tantas envidias y celos entre mexicanos... ella contesta que la respuesta es muy clara: ¨Creemos que por tratarse de mexicanos son iguales a nosotros y no es así, pues en ocasiones se trata de personas que si las conocieras en tu propio país, no serían tus amigas tampoco¨. Coincido con este punto de vista, nos sentimos tan ansiosos que nos olvidamos de que aún en nuestro propio país no coincidimos con todo mundo, y que aunque conozcamos muchas personas, solo unas cuantas serán verdaderas amistades a prueba de fuego, ya que tendemos a buscar personas con quienes tengamos valores e intereses en común... En el extranjero tenemos doble trabajo al buscar amidos mexicanos: 1.Encontrar personas mexicanas 2. Encontrar personas mexicanas con quienes tengamos algo en común....

El asunto es que a pesar de todo, me siento contenta de mi background, ansiosa de seguir conociendo a mi gente en este lado del mundo, abrir las puertas a amistades nuevas, aún desconocidas; sigo idolatrando la gastronomía mexicana, los hermosos colores que adornan nuestras calles, el ruido de sus ciudades, la fauna exotica, los minerales, las riquezas naturales, el caribe mexicano, su música, sus ritmos y su gente. En mi caso, filtraré amistades como lo hacía en mi país, pero volveré a arriesgarme a abrirme a otros mexicanos que me encuentre por acá, al igual que lo hacía en México cuando alguien me decepcionaba: Cremita en la herida, reestablecer el corazón y arriesgarlo a confiar de nuevo.